A la hora de poner nuestro piso en alquiler, debemos considerar la posibilidad de contratar un seguro que nos cubra ante posibles impagos. La contratación de un seguro de impagos de alquiler es una solución cada vez más popular, debido al crecimiento del mercado del alquiler en todo el país.
En los últimos años, el régimen de alquiler está creciendo considerablemente a nivel nacional. En efecto, los últimos datos muestran que el 17% de la población vive de alquiler, lo que supone un máximo histórico. Aunque todavía estamos lejos de las cifras de otros países europeos, se estima que el porcentaje de inquilinos de alquiler en España experimentará un crecimiento constante durante los años venideros.
¿Cómo asegurarme de que voy a cobrar cada mes?
La mejor medida para ganar en tranquilidad es realizar un estudio de la solvencia de nuestro futuro inquilino. En muchas ocasiones será nuestra propia aseguradora quien se encargue de determinar si el candidato es solvente. Como te puedes imaginar, existen diferentes perfiles personales y profesionales, y se trata de escoger a los que menos riesgos puedan presentar.
¿Y si no me pagan?
En caso de impago, debemos notificarlo a nuestra aseguradora inmediatamente. De este modo los servicios jurídicos del seguro presentarán la demanda de desahucio.
Si el inquilino no paga será la aseguradora quien cubra las cantidades adeudadas, y quien se encargue de reclamar los pagos al inquilino. Por lo general, los seguros de impago protegen al propietario ante las siguientes contingencias:
- Impago de la renta, por lo general hasta 12 meses
- Defensa jurídica: la aseguradora se hace cargo de los gastos judiciales derivados de la denuncia por impagos.
- Desperfectos: si se producen desperfectos en la vivienda por actos vandálicos a partir de la fecha de desahucio, los seguros de impagos cubrirán los daños.
¿Quién paga el seguro: el propietario o el inquilino?
El coste estimado de este tipo de seguros se sitúa en torno a un 5% del total de la renta que percibiríamos anualmente. Puedes optar por pagar tú mismo el seguro, o a repercutirle el importe a tu inquilino en el precio del alquiler. Pero en todo caso te recomendamos que, como propietario, seas tú el tomador del seguro de impagos de alquiler.
Como puedes ver, un seguro de impagos de alquiler es una opción muy recomendable y que nos quitará muchos quebraderos de cabeza. Sin duda, una gran alternativa para que nuestro piso en alquiler sea una inversión y no una fuente de problemas.
