A todo padre le gustaría estar completamente tranquilo en lo que a sus hijos se refiere, ¿verdad? En el hogar y, por supuesto, fuera de él. En las escuelas no iba a ser menos. ¿Sabías que los colegios deben tener obligatoriamente un seguro de responsabilidad civil? Lo más normal es que sean los propios padres los que lo abonen, ya que va incluido en la matrícula anual.
Pero, ¿cuáles son los peligros más habituales en los centros escolares? ¿Qué percances suelen necesitar la intervención de una póliza? Vamos a contártelo en este siguiente post. Esperemos que te sirvan de ayuda y se despejen todas las pequeñas dudas que pudieras tener.
Un seguro para el transporte
Uno de los puntos más importantes. El transporte escolar implica el traslado de un gran número de estudiantes desde sus hogares hasta el centro educativo. Durante estos trayectos, se debe tener mucha precaución. Es por ello que los alumnos siempre han de estar sentados y con el cinturón abrochado. No llevarlo suele ser un “clásico” entre los percances escolares.
Como es obvio, cualquier empresa de transporte debe tener una póliza de responsabilidad civil que cubra cualquier imprevisto, accidente o daño.
El patio y las actividades diarias
En un colegio se dan muchas actividades de forma rutinaria. Algunas de ellas, principalmente lúdicas, pueden derivar en toda clase de caídas, resbalones o golpes. Por suerte, la mayoría de ellos no tienen grandes consecuencias, más allá de pequeños arañazos.
Sin embargo, es responsabilidad de los centros educativos que las zonas de recreo estén diseñadas de forma segura y, en el caso de que ocurra algún accidente, correr con las consecuencias del mismo.
También es obligatorio que las escuelas dispongan de servicios de atención adecuados y también de un seguro obligatorio que responda ante las consecuencias de cualquier incidente habitual.
Para terminar, no podemos pasar por alto algunas de las principales precauciones que todo centro educativo tiene que tomar. Hay que destacar algunos como la revisión periódica de equipamientos que vayan a utilizar los alumnos, así como la maquinaria o herramientas.
También es imprescindible evitar que los alumnos tengan acceso a zonas no permitidas o señalizar adecuadamente cualquier zona que pudiera ser resbaladiza o que estuviera mojada.